Resumen:El presente ensayo reflexiona sobre la importancia de valorar la interculturalidad aplicada a la salud en la realidad global del siglo xxi y propone una nueva manera de cuidar y atender la diversidad en salud: la seguridad cultural. El concepto se enraiza en las bases filosóficas que lo sustentan y es propuesto como útil para pensar la interculturalidad y la salud en un entorno globalizado. La seguridad cultural concibe la investigación y la práctica enfermera como un saber que va más allá del estricto conocimiento de las costumbres culturales de los colectivos para identificar y actuar sobre las causas históricas, sociales, culturales, políticas y económicas de las desigualdades en salud. Asimismo, reflexiona sobre las múltiples dimensiones con que se expresa la diversidad cultural. El intercambio, las relaciones entre culturas y el trato entre personas deberían darse en condiciones de igualdad y justicia. La reflexión sobre el ejercicio del poder en la gestión de la salud, el reconocimiento del prejuicio hacia la diferencia y la voluntad de dar voz a los que hasta ahora no la han tenido, para valorar sus saberes y escuchar sus necesidades, abre una nueva perspectiva en la investigación intercultural que deja atrás la consideración esencialista de las culturas, que reconoce un nuevo espacio de formación de la identidad y que va más lejos del hecho estrictamente cultural para adentrarse en la responsabilidad social y en la reparación de los agravios
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