Los bosques tropicales están sometidos a numerosas y diversas presiones que amenazan su estabilidad a largo plazo, entre las cuales el cambio de uso de la tierra, el aprovechamiento forestal no sostenible y el cambio global son consideradas como las más importantes. A partir de información de parcelas permanentes establecidas en áreas intervenidas y no explotadas de la Reserva Forestal Imataca, sureste de Venezuela, se estimó el carbono almacenado en la vegetación para árboles con diámetro >10cm, en ambos ambientes, durante ocho años. Los resultados obtenidos indican que, a pesar de una baja extracción de menos del 10% de la biomasa comercial (5,93m3·ha-1), inmediatamente después de la intervención ocurre una reducción de ~50% en el carbono almacenado en el bosque, expresado en una diferencia neta de alrededor de 81,43MgC·ha-1. Con una tasa anual de 0,55 ±0,61MgC·ha-1·año-1 en las zonas explotadas se esperaría una recuperación de la biomasa original luego de ~150 años, evidenciando un importante daño a la vegetación remanente, lo que permite ubicar el impacto por debajo del umbral de cambio medio (UCM) e identificarlo como negativo. Mejoras en la planificación del aprovechamiento que impliquen la adopción de técnicas de impacto reducido y un programa de monitoreo del carbono podrían contribuir a reducir considerablemente la pérdida de carbono y facilitar una recuperación más rápida del ecosistema.
Los resultados proveen bases para la formulación de nuevos lineamientos en el manejo forestal en el contexto del cambio global.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados