La colonoscopia es el estándar de oro para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades colónicas y, fundamentalmente, para el cribado y vigilancia del cáncer colorrectal. Este año, en la Digestive Disease Week de New Orleans, se han presentado los resultados de estudios muy interesantes ligados a la colonoscopia diagnóstica y terapéutica. Como puntos clave, se ha reforzado la utilidad de los parámetros de calidad en colonoscopia y la necesidad de una monitorización constante, asimismo se han propuesto nuevos parámetros de calidad como la tasa de detección de pólipos. También se han evaluado nuevas pautas terapéuticas para la preparación anterógrada, demostrando una vez más que la dosis partida y la administración cercana a la hora de la exploración son factores determinantes. Por otro lado, respecto a la sedación, cada vez hay mayor evidencia acerca de las ventajas del propofol respecto a los demás productos, y el modelo de administración por gastroenterólogos o enfermeras entrenadas se va imponiendo. En cuanto a la técnica endoscópica, se han presentado varias fórmulas ingeniosas que pretenden mejorar el rendimiento de la colonoscopia, como la nueva cápsula colónica, el método de agua o la técnica del capuchón, así como la imagen de banda estrecha o la endomicroscopia confocal. Por último, los resultados presentados refuerzan la utilización de técnicas avanzadas de endoscopia digestiva para la terapéutica de lesiones colorrectales de gran tamaño, tanto benignas como malignas precoces.
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