Las Estados actuales legitiman su poder a partir del constante asedio que, en últimas, garantiza su propia razón de ser y justifica su barbarie. Terrorismo ha sido el rótulo indiscriminadamente atribuido a las corrientes progresistas que no renuncian a las posibilidades de liberación y cuyos argumentos se desvirtúan bajo falaces atribuciones de hechos lejanos a las palabras e intenciones. Este término se ha aplicado a aquellos críticos pensadores, malinterpretados -y muchas veces intencionalmente calumniados- por parte de sectores y grupos de corte fascista, que los hace objeto de acusación donde los acusados son siempre los perdedores, situación que ha contribuido a que la sociedad existente luche contra su propia posibilidad de liberación.
Current States legitimate their power from a permanent siege which eventually assures their own purpose and justifies their barbarian activities. Terrorism has been the term to indiscriminately label progressive currents which do not resign their possibilities of freedom and their arguments are distorted and attributed with false facts. Term terrorism has been applied to those critics and thinkers who have been intentionally calumniated by fascist-type sectors and groups which accuse them. This situation has made current society to fight against its own possibility to be free.
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