Museo del Greco: puesta a punto

• Autores: Francisco J. R. Chaparro
• Localización: Descubrir el arte, ISSN 1578-9047, Nº 147, 7, 2011, págs. 24-28
• Idioma: español
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• Resumen

  • Si la casa del pintor cretense pretendía recrear la atmósfera del Toledo de finales del siglo XVI, el nuevo centro, inaugurado tras algo más de cuatro años de obras, dirige su foco hacia el ambiente cultural del siglo XX, en el que el artista es rescatado del olvido.

    Nadie está en condiciones de asegurar qué recuerdo legará nuestra época a la posteridad, pero es indudable que uno de sus rasgos más llamativos en lo cultural será el del apogeo de los museos. En otros tiempos, lo mejor que podía pasar es que el museo se mimetizara sutilmente con su contenido subordinándose a él. Uno de estos entrañables museos pretéritos era la antigua Casa-Museo del Greco de Toledo. Y uno de aquellos museos modernos es precisamente el nuevo Museo del Greco que, a partir de la colección y emplazamiento originales, acaba de finalizar su reestructuración. �Usted no está en la casa del Greco� es el mensaje principal con el que se topa uno al entrar. Esto se ha convertido ahora, con buen juicio, en el principal eje temático del museo. Porque si la anterior Casa del Greco, fundada hace cien años, pretendía recrear el ambiente del Toledo de finales del siglo XVI, el nuevo museo asciende a un orden más alto para dirigir su foco también hacia ese ambiente cultural del siglo XX en el que El Greco es rescatado del olvido. Éste es ahora a secas el Museo del Greco, donde se explica y no tanto se plasma el Toledo de una época, la obra del pintor y su taller y, además, la sociedad que fundó la institución siglos después y sus motivaciones. Francisco J. R. Chaparro describe el nuevo proyecto museístico y José María Parreño examina la sugerente relación de El Greco con Toledo.