Es ampliamente aceptado por el público en general, que quien realiza ejercicio regularmente es más saludable y menos propenso a enfermarse que quien no realiza actividad física.
En el deporte de alto rendimiento no es siempre válida esta afirmación, y bien podría decirse lo contrario a causa de las consecuencias de la gran exigencia a que son sometidos los organismos de los deportistas.
Miles de ellos hoy maldicen el deporte que antaño amaron, pues, debido a las lesiones adquiridas en su práctica, no pueden disfrutar hoy de una vida completamente saludable.
El objetivo de todos los deportistas de alto rendimiento es alcanzar el máximo rendimiento individual posible durante las competencias. Los científicos del entrenamiento buscan, por su parte, contribuir desde su conocimiento al logro de tal objetivo.
Esto se consigue tras varios años de entrenamiento arduo y continuo en los que los entrenadores aplican métodos de preparación corporal y síquica que mantienen sometido
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