Foso, frontera, mina de oro, espejo de joyas románicas y fuente de energía. El Duero zamorano, que camina ancho ysolemne como un rey desde Toro hasta los Arribes, ha salpicado buena parte de la historia de España. Viriato, Doña Urraca, El Cid e Isabel I la Católica se bañaron (al menos metafóricamente) en sus aguas.
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