M. Paz Lovera, L. Llorente Otones, Irene Rivero Calle, L. Lesmes Moltó, M.R. Rodríguez Díaz
Pese a la elevada incidencia de displasia de cadera clínicamente importante (3-5 casos por cada 1000 recién nacidos vivos) y a los ampliamente estudiados factores de riesgo principales (parto de presentación podálica, sexo femenino y antecedentes familiares de displasia evolutiva de cadera), no se ha conseguido encontrar una estrategia efectiva que reduzca la incidencia de casos tardíos. Reabrimos, a propósito de un caso, la controversia existente acerca del cribado ecográfico universal en la patología osteomuscular más frecuente de la infancia.
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