�Es mucha la atracción que ejerce sobre mí este pueblo y mucha aún la pena que siento por no poder estar aquí y seguir estudiando tantas cosas nuevas", escribe Diego Hidalgo en sus notas de viaje a la URSS recogidas en Un notario español en Rusia . El autor de este volumen, publicado en Madrid en 1929 por la editorial Cénit, no es dirigente de una organización popular como lo eran Fernando de los Ríos, Ángel Pestaña o Rodolfo Llopis; no pertenece a la clase obrera preferentemente interesada en el experimento ruso; tampoco es corresponsal como lo fue Sofía Casanova. Oficialmente, viaja para examinar el derecho soviético y su aplicación, pero declara ante todo querer comprobar la certeza de lo que se viene diciendo de la Unión Soviética en España desde 1917. Asumiendo su estatuto de miembro de la burguesía, se distancia tanto de las representaciones hostiles como de la aprobación beata. El interés de este libro reside en cómo lo que entonces fue una novedad histórica (cualquiera que sea el juicio que podamos formular sobre ésta) ejerce el papel de polo de atracción entre individuos de una clase social a priori no interesados en ella.
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