El Real Decreto-Ley 11/2010, de 9 de julio, que reforma el régimen jurídico de las cajas de ahorros ha diseñado un nuevo modelo organizativo que se basa en gran parte en la posibilidad que van a tener las cajas de optar por el ejercicio de toda su actividad financiera a través de un banco controlado por ella al tener, al menos, el 50 por cierto de su capital, o acordar su transformación en una fundación de carácter especial en determinados supuestos, traspasando su negocio financiero a un banco. Sin embargo, cualquiera que sea el modelo de actividad de la caja, se pretende siempre el mantenimiento de su obra social, lo que en ocasiones se realizará a través de una nueva comisión denominada precisamente comisión de obra social. Esta comisión parece estar llamada a cumplir un papel fundamental en el mantenimiento de los objetivos de las cajas y demuestra la importancia de este rasgo fundamental.
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