El paro es un proceso fisiológico e involuntario, que está dirigido por el llamado "cerebro primitivo o arcaico", (que tenemos en común con el resto de los mamíferos), y que segrega las hormonas para que las contracciones uterinas sean eficaces en cada etapa. Dichas hormonas sólo se secretan si la actividad del neocórtex, o "cerebro nuevo", (racional, científico y exclusivamente humano), está reducida, ya que esta actividad inhibe los proceso instintivos e involuntarios que dirige dicho cerebro arcaico.
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