La política en Oriente Próximo está vinculada a las comunidades tribales extendidas por el territorio, al margen de las fronteras de los Estados. Las guerras en Libia y Yemen confirman que cualquier estrategia falla si no se tienen en cuenta factores como etnia, clase y tribu.
Occidente desconoce en gran parte las tribus de Oriente Próximo así como su papel histórico y político. Tiende a ignorar este aspecto en cualquier análisis debido a su mentalidad alejada del concepto tribu. Por el contrario, la visión occidental del mundo está profundamente arraigada en Westfalia, donde se formula el Estado-nación.
En múltiples �naciones� de Oriente Próximo, las configuraciones estatales difieren de las occidentales en un punto central: son estructuras sociales en las que la cosmovisión moral y religiosa no se ha separado de la política. A su vez, el Estado debe competir con formas pre-estatales de control político como la comunidad tribal. En síntesis, allí se clasifica la geografía por facciones religiosas; Occidente en cambio lo hace por naciones. Esta diferencia plantea un problema a la hora de tomar decisiones, pues la mentalidad del mundo occidental antepone el individuo, mientras que en el mundo árabe es determinante la tribu o el clan...
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