La palabra "ecosistema" representa una metáfora apropiada para describir el ambiente actual de marketing: una comunidad dinámica, compleja e interconectada, en la cual los anunciantes, las agencias de publicidad y los medios dependen unos de otros para sobrevivir y prosperar. Aunque también es un territorio competitivo, caracterizado por una especie de darwinismo digital, donde sólo los que se adaptan sobreviven. Mientras los antiguos modelos de trabajo se enfrentan a alternativas tecnológicas más innovadoras, las fronteras del negocio de cada participante se desdibujan y la colaboración se impone como la forma más eficiente de atraer a un público que ha dejado de ser cautivo. En el artículo se describen los cinco principios que, según el autor, deben se observar los jugadores del ecosistema que aspiren al alto rendimiento.
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