La noche es un espacio real y simbólico en el que se dan cita la alteridad física y la cultural. Al otro lado del espacio iluminado por el orden se encuentra el caos, plagado de bestias ficticias y perversiones. No importa que su encuentro de realice en la nocturnidad física, pues igualmente oscura es la noche simbólica de la ignorancia. La indagación de los límites puede realizarse tanto a la luz del día en territorios ignotos o en las sombras de la noche a través de geografías imaginadas. En este trabajo se recorren lo límites del imaginario grecorromano en busca de sus bestias liminales y algunas otras dispersas por la producción historiográfica.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados