Braquiterapia como tratamiento del cáncer de próstata clinicamente localizado:: selección óptima de pacientes.

• Autores: Marisa A. Kollmeier, Michael J. Zelefsky
• Localización: Archivos españoles de urología, ISSN 0004-0614, Tomo 64, Nº. 8, 2011, págs. 847-857
• Idioma: español
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• Resumen

  • En la última década, la braquiterapia de próstata se ha convertido en una modalidad curativa cada vez más utilizada para el cáncer de próstata clínicamente localizado; el 25% de todos los tumores en la primera fase son ahora tratados en Estados Unidos de esta forma (1). La popularidad de esta estrategia de tratamiento se encuentra en la naturaleza de la dosis de radiación (altamente conformada), baja morbilidad, comodidad del paciente, y altos índices de eficacia. La braquiterapia de próstata puede ser administrada bien por un implante intersticial permanente de semillas radiactivas (dosis de baja tasa [LDR]) o una inserción intersticial temporal de iridio-192 (Ir192). El objetivo de ambas técnicas es administrar una alta dosis de radiación a la glándula prostática, al mismo tiempo que la exposición de los tejidos normales circundantes a la dosis de radiación es mínima. Las técnicas de braquiterapia son ideales para lograr este objetivo, dada la cercanía de la fuente de radiación al tumor y alejado de la nube de la dosis de radiación próxima a la fuente. La braquiterapia es un buen método para administrar el aumento de dosis por encima y más allá de lo alcanzable con solamente la radioterapia de haz externo de intensidad modulada. Sin embargo, es fundamental para optimizar los resultados relacionados con la enfermedad y la toxicidad relativa al tratamiento,una cuidadosa selección de pacientes adecuados para estos tratamientos. El objetivo de esta revisión es presentar una visión general de cada modalidad y definir la forma de seleccionar mejor a los pacientes que son candidatos óptimos para estos enfoques de tratamiento.