La hiperplasia benigna de próstata (HBP), es una patología muy prevalerte en los varones a partir de los 50 años de edad. Aparece como resultado del crecimiento no cancerígeno del tejido prostático.
Este crecimiento puede generar obstrucción a la salida de la orina por la uretra y se manifiesta clínicamente con los denominados síntomas del tracto urinario inferior (STUI).
En función de la sintomatología la HBP se clasifica en leve, moderada y severa.
El diagnóstico se puede realizar mediante una adecuada anamnesis, valoración de los STUI utilizando el índice internacional de la sintomatología prostática (IPSS), exploración física con tacto rectal y valores de antígeno prostático específico (PSA). Todas ellas pruebas recomendadas por las distintas guías en su evaluación inicial y al alcance de los medicos de Atención Primaria.
Nuestra actitud terapéutica vendrá condicionada por la magnitud de los STUI y por la presencia de diversos factores que inciden en la probabilidad de mayor riesgo de complicaciones y de progresión de la HBP. En estudios longitudinales como los de Olmnsted (Minnesota) observamos que estos factores son: la edad (mayor de 70 años), tamaño de la próstata (mayor de 30-40 gramos), valor de PSA (superior a 1,4 ng/ml), valor de flujo máximo �Qmax� (inferior a 12 ml/sg).
Si predominan los síntomas trataremos farmacológicamente con bloqueantes alfa y si predominan los factores de progresión de la HBP trataremos con inhibidores de la 5 alfa reductasa
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados