Con 35 km de longitud y más de 100.000 habitantes a lo largo de su recorrido, la circunvalación parisina (denominada en francés �boulevard périphérique�) resulta una fuente recurrente de problemas, en especial en lo que se refiere a la contaminación sonora. Víctima de su propio éxito, embotellada diariamente a ciertas horas, el popular �périph� permite una cuarta parte de los desplazamientos parisinos, y constituye un importante vínculo que relaciona París y las comunidades vecinas. Diariamente circulan por esta circunvalación cerca de 300.000 vehículos.
Con el objetivo de completar los mapas estratégicos de ruido realizados por la Villa de París y las 21 comunidades limítrofes pertenecientes a los departamentos de Hauts-de-Seine, Seine-Saint-Denis y Val-de-Marne, en la primavera de 2009 la empresa Bruitparif ha realizado una considerable campaña de medidas. En el corazón del dispositivo de medida, 8 estaciones de tipo fijo registraron 24 h sobre 24, segundo a segundo, el ruido generado por la circulación en el borde de la vía, en las viviendas vecinas situadas tanto a un lado como al otro de la circunvalación. Para completar el dispositivo, un vehículo de laboratorio, dotado con las tecnologías más innovadoras, y autónomo energéticamente gracias a sus paneles solares integrados, ha efectuado una cincuentena de medidas de una hora, es decir en un punto cada 700 m de longitud.
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