En este artículo planteo que las prácticas cinematográficas desarrolladas durante la Época de Oro del cine mexicano contribuyen a la colonización de un imaginario social. Esto, en la medida en que presentan un mundo socioculturalmente heterogéneo como el mexicano, a través de un conjunto limitado de personajes y estilos de vida que se convierten en el epítome de �lo mexicano�. Así, las películas de la Época de Oro naturalizan en la pantalla aquello que debe ser entendido como la esencia de la �mexicanidad� y con esa naturalización se instala en el imaginario social la ideología del multiculturalismo restringido. En el artículo se analizan dos producciones emblemáticas de la época dorada: Allá en el Rancho Grande (1936), de Fernando de Fuentes, y Enamorada (1946), de Emilio Fernández, que permiten ejemplificar algunas características del periodo.
In this article we outline that the film practices developed during the Época de Oro of Mexican cinema, contribute to the social colonization of an imaginary. They do that presenting the Mexican, a socio-culturally heterogeneous world, through a limited group of characters and lifestyles that become the epitome of �the Mexican�. This way, the movies of the Época de Oro naturalize in the screen what should be understood as the essence of the �mexicanity� and, with that naturalization, it settles in the social imaginary the ideology of the restricted multiculturalism. In this article, two emblamatic productions of the golden time are analyzed (Allá en el Rancho Grande, 1936, of Fernando de Fuentes and Enamorada, 1946, of Emilio Fernández), that allow us to exemplify some characteristics of the period.
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