Populations et tendances démographiques des pays européens (1980-2010).

• Autores: Alexandre Adveev, Tatiana Eremenko, Patrick Festy, Joëlle Gaymu, Nathalie Le Bouteillec, Sabine Springer
• Localización: Population, ISSN-e 1957-7966, ISSN 0032-4663, Vol. 66, Nº. 1, 2011, págs. 9-133
• Idioma: francés
• Títulos paralelos:
  • Poblaciones y tendencias demográficas de los países europeos (1980-2010).
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• Resumen
  • español

    La lentificación del crecimiento de la población europea se ha proseguido durante los últimos treinta años. El excedente natural de los nacimientos sobre las defunciones no ha cesado de disminuir, y el excedente migratorio representa ahora un aporte substancial, a veces decisivo para el mantenimiento de un crecimiento positivo. Esta tendencia general es común a la mayor parte de los países, a través de un movimiento que combina el retroceso de la fecundidad, la progresión de la esperanza de vida y un saldo migratorio positivo en aumento. Afinando el análisis, se observa una evolución similar de las formas familiares con una menor frecuencia de los matrimonios y una mayor de las parejas de hecho, así como un retroceso común de las principales causas de mortalidad, por cáncer o por enfermedad cardiovascular. Sin embargo, más que una convergencia de tendencias a través del espacio europeo, se observa de hecho una repetición de dichas transformaciones a varios años de intervalo, lo que mantiene las distancias entre los países o las regiones del continente. El porvenir de la población europea dependerá ampliamente del nivel de la fecundidad: crecimiento o decrecimiento según que este nivel sea elevado o débil, cuasi-estabilidad si es mediano. Cualquiera que sea la fecundidad en los cuarenta próximos años, el envejecimiento de la población europea es inevitable, incluso si la inmigración continúa, y diferencias notables van a perdurar a través de Europa.

  • français

    Au cours des trente dernières années, la croissance de la population européenne s’est effectuée à un rythme de plus en plus ralenti. L’excédent naturel des naissances sur les décès n’a cessé de reculer, et l’excédent migratoire représente désormais un apport substantiel, parfois décisif pour le maintien d’une croissance positive. Cette tendance générale est largement partagée par la plupart des pays, à travers un mouvement qui combine recul de la fécondité, progression des espérances de vie et solde migratoire positif en augmentation. À un niveau plus fin d’analyse, on observe une évolution semblable des formes familiales vers moins de mariages et davantage de situations de fait, et un même recul des causes majeures de mortalité, cancéreuses ou cardiovasculaires. Pourtant, il y a moins convergence de ces tendances à travers l’espace européen que répétition à quelques années d’intervalle de ces transformations, les écarts se maintenant entre les pays ou les régions du continent. L’avenir de la population européenne dépendra largement du niveau de la fécondité future : croissance ou décroissance selon qu’elle sera élevée ou faible, quasi-stabilité si elle reste moyenne. Quelle que soit la fécondité des quarante ans à venir, le vieillissement de la population européenne est inéluctable, y compris en cas de poursuite de l’immigration, et des différences notables vont perdurer à travers l’Europe.