Qui prendra en charge les Européens âgés dépendants en 2030 ?

• Autores: Joëlle Gaymu, Peter Ekamper
• Localización: Population, ISSN-e 1957-7966, ISSN 0032-4663, Vol. 62, Nº. 4, 2007, págs. 789-822
• Idioma: francés
• Títulos paralelos:
  • ¿Quién atenderá a los Europeos mayores y dependientes en 2030?
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• Resumen
  • español

    En este artículo se presentan los resultados de proyecciones demográficas de los modos de vida de las personas dependientes de 75 años de edad o más, al horizonte de 2030, en nueve países europeos. Los datos nacionales fueron recogidos dentro del marco del proyecto Felicie. El objetivo es describir cómo la evolución de las principales características sociodemográficas de las personas mayores (la situación matrimonial, el estado de salud, tener o no un hijo sobreviviente) va a cambiar sus modos de vida y de ahí las necesidades de hacerse cargo de la dependencia tanto en su forma como en su intensidad. Los resultados muestran que durante los veinticinco próximos años, cualquiera que sea la evolución del estado de salud, el vivero de las familias cuidadoras potenciales, compuestas por los cónyuges e hijos, va a ampliarse y las poblaciones más supeditadas a ayuda profesional – personas que viven solas sin sostén posible de un descendiente o que podrían ingresar en una institución – van a crecer menos rápido que el conjunto de la población dependiente. Sin embargo, el envejecimiento de esta población, el crecimiento de la población masculina que se enfrenta con la dependencia de un cónyuge y la sobrevivencia más frecuente de parejas en las que los dos miembros sufren de incapacidades dejan presagiar un importante aumento de necesidades de ayuda de orden profesional. Estos resultados subrayan la necesidad de orientar prioritariamente las políticas de atención de la dependencia hacia un apoyo a los familiares para cuidar.

  • français

    Cet article présente les résultats de projections démographiques des modes de vie des personnes dépendantes âgées de 75 ans ou plus, à l’horizon 2030, dans neuf pays européens. Les données nationales ont été collectées dans le cadre du projet Felicie. L’objectif est de décrire comment l’évolution des principales caractéristiques socio-démographiques des personnes âgées (la situation matrimoniale, l’état de santé, avoir ou non un enfant survivant) va changer leurs modes de vie et par-là même les besoins de prise en charge de la dépendance tant dans sa forme que dans son intensité. Les résultats montrent que durant les vingt-cinq prochaines années, quelle que soit l’évolution de l’état de santé, le vivier des aidants familiaux potentiels, composé des conjoints et enfants, va s’élargir et les populations les plus tributaires d’aide professionnelle – personnes vivant seules sans soutien possible de la part d’un descendant ou susceptibles d’entrer en institution – vont croître moins vite que l’ensemble de la population dépendante. Toutefois, le vieillissement de cette population, la croissance de la population masculine confrontée à la dépendance d’une conjointe et la survie plus fréquente de couples dont les deux membres souffrent d’incapacités laissent présager un important surcroît de besoins d’aide d’ordre professionnel. Ces résultats soulignent la nécessité d’orienter prioritairement les politiques de prise en charge de la dépendance vers un soutien aux aidants familiaux.