Se registran cada año del orden de 200 mordeduras de víboras, de las que tres a cinco son mortales; se trata, en la mayoría de los casos, de niños de muy corta edad no tratados correctamente o bien tratados demasiado tarde. El peligro que representan las mordeduras de víbora es, pues, mínimo, pero no por ello menos real. Sin embargo, se impone una recapitulación en lo que se refiere a su adecuado tratamiento, a raíz de las controversias suscitadas en los últimos años y en función de algunos datos recientes debidamente comprobados.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados