La desamortización de Bienes de Propios del Ayuntamiento de Requena en la segunda mitad del siglo XVIII dio lugar a la formación de grandes explotaciones cerealistas, llamadas "labores", en manos de la propiedad ciudadana y a una primera colonización humana compuesta por arrendatarios y jornaleros. A partir de 1850 ¡, y de forma paralela a una expansión de la viticultura que llega hasta nuestros días, la propiedad de la tierra ha sido transferida en su mayor parte a los trabajadores de la misma. Esta especie de "reforma agraria silenciosa" se ha materializado utilizando dos tipos de contrato: la plantación de viña a medias (complantatio) y la venta en metálico de las grandes propiedades a los vecinos.
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