Entre 1990 y 2008 han sido elaboradas en España tres estimas de las poblaciones nacionales de aves comunes reproductoras usando tres metodologías diferentes: extrapolación de la información publicada sobre densidades de aves; valoración aproximada del tamaño poblacional a partir de la información recogida por los voluntarios durante la realización de un atlas de las aves reproductoras, y valores de densidad obtenidos a partir de un programa de seguimiento de las poblaciones de aves que usa estaciones de censo como método de recuento. Además, se ha elaborado una estima de las aves comunes reproductoras en Cataluña, mediante los datos de un programa de seguimiento de las poblaciones de aves que usa transectos lineales como método de recuento. Aunque la abundancia relativa de las especies de aves fue similar en los diferentes estudios, el tamaño poblacional variaba hasta 30 veces. La comparación entre las dos estimas más exhaustivas revelaba que la más reciente era, en promedio, 5 veces superior a la anterior, con un 19% de especies, superando en 10 veces la estima previa. Estas diferencias eran particularmente notables para aquellas especies de aves asociadas al medio urbano. Aunque el intervalo temporal entre estimas es de unos 20 años, las diferencias no pueden ser atribuidas al cambio del tamaño poblacional con el tiempo sino, probablemente, al diseño de muestreo y a la forma en que los datos han sido analizados. Entre los factores más importantes destacarían: (i) la ausencia de un diseño de muestreo y la limitada disponibilidad de datos en las estimas más antiguas, disminuyendo el grado de certeza; (ii) el muestreo de hábitats previamente mal cubiertos (zonas de cultivo y urbanas, principalmente) lo que ha dado lugar a estimas poblacionales más elevadas de las especies que habitan allí; (iii) sesgos debidos a la libre elección por parte de los observadores de las unidades de muestreo, (iv) la diferente forma en que se ha calculado la densidad a partir de los datos. Se concluye que, con el fin de mejorar futuras estimas de las poblaciones, sería necesaria una mayor atención a las limitaciones de los programas de seguimiento como fuente de datos de los que se derivan las estimas poblacionales, así como la difusión de los resultados en las revistas científicas adecuadas. En último término, una mejora de los programas de seguimiento en curso e incluso la puesta en marcha de nuevas aproximaciones sería necesaria para obtener estimas fiables del tamaño poblacional de las especies de aves comunes.
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