El zanate mexicano Quiscalus mexicanus fue introducido en México, por parte del emperador azteca Auitzolt, más allá de su rango de distribución natural en el siglo XVI. Haemig (2011) proporciona valiosos detalles del transporte, introducción, establecimiento y expansión de esta especie. De todos modos, el autor discute que aunque esta es una interesante narración de una translocación histórica, este no fue el motivo por el cual esta especie ha experimentado una de las mayores expansiones del siglo XX de un ave nativa de Norteamérica. El registro fósil indica que ya estaba presente en áreas más al norte antes de la histórica translocación. Además, es una especie muy plástica y comensal del hombre. Por lo tanto, la expansión hacia el norte de esta especie tropical ha sido causada por los cambios antropogénicos del hábitat, más que ser la consecuencia de la translocación activa del emperador azteca Auitzotl
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