Un resumen de cuatro años de política del Gobierno de Zapatero en un tema candente como el de la inmigración, no puede cifrarse en simplificaciones extremas como la descalificación que insiste en que el conjunto de medidas ha supuesto una constante vulneración de los derechos humanos, pero tampoco en la apología que presenta a España como modelo a seguir por el conjunto de los Estados de la Unión Europea. Más bien predomina el gris que puede sintetizarse en que esa política de inmigración es el arquetipo del tópico "una de cal y otra de arena", pues ha actuado en gran medida bajo el dictamen de unos acontecimientos que no ha sabido guiar ni transformar.
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