Raquel Rivera Díaz, Aurora Guerra Tapia
Las enfermedades ampollosas de la piel representan un motivo de consulta no infrecuente en nuestro quehacer diario. La lesión clínica elemental es la ampolla o vesícula aunque no es raro encontrar otro tipo de lesiones secundarias, como erosiones o costras. El diagnóstico diferencial en estos casos es amplio y variado, y abarcasde procesos infecciosos a genéticos, agentes físicos y autoinmunes. En esta revisión hablaremos de las enfermedades ampollosas de origen autoinmune, un campo apasionante dentro de la dermatología y en el que ha habido grandes avances desde sus primeras descripciones hace más de dos siglos. Nos centraremos en el grupo de los pénfigos, en el que ya se han caracterizado la mayoría de los antígenos y se han descrito nuevos procesos, y la dermatitis herpetiforme, en la que también recientemente se ha descubierto la diana contra la que se dirigen los anticuerpos.
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