Tras la reciente rehabilitación y reapertura de los pabellones que conforman los Altos Colegios de Sevilla, se pusieron al descubierto los restos de los frisos murales que decoraban con fines didácticos cada una de las estancias. La autoría del conjunto está documentada en archivo: Cavallini acometió su ejecución a finales del siglo XIX, conformando un rico patrimonio hasta ahora olvidado, al permanecer oculto por un falso techo desde 1928. El deterioro de las pinturas se desarrolló de forma paulatina debido a la falta de control y seguimiento. En el informe y diagnóstico destacamos la acción negativa de dos agentes de deterioro muy comunes en los inmuebles: las filtraciones de agua procedentes de las cubiertas y las reiteradas adaptaciones funcionales de los espacios arquitectónicos. Las consecuencias han hecho mella en estas frágiles pinturas que muestran graves pérdidas, poniendo en evidencia la urgente necesidad de intervención. A través de este artículo queremos contribuir a la puesta en valor del conjunto pictórico por el interés cultural que encierra, especialmente en su función primigenia (la didáctica). Se abordan escuetamente las principales referencias documentales y se recopilan datos decisivos para conocer la historia material de este bien, estableciendo el origen de la patología que presenta en la actualidad y marcando en breves líneas la necesidad de una propuesta de tratamiento para la recuperación de su mensaje.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados