La destruccion de la Euston Station de Londres inició un movimiento, primeramente en Gran Bretaña, y posteriormente en toda Europa que vino a revolucionar el concepto de patrimonio historico. Así, en la decada de los sesenta, los restos de los procesos industriales, en sentido amplio, pasan a ser considerados como bienes culturales con reconocimiento juridico y proteccion institucional. Los argumentos para recuperar el patrimonio industrial son de caracter cultural, economico y social, y para su estudio surge una nueva disciplina, la Arqueologia industrial, con tecnicas y metodos provenientes principalmente de la Arqueologia y la Historia, que permite, desde la interdisciplinariedad, superar la reduccion de la Arqueologia industrial como estudiosa solamente de procesos de produccion, tipos arquitectonicos o de restos industriales.
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