Recientemente se aprobó la construcción del satélite espacial Euclid, que se encargará de indagar en dos de los grandes misterios actuales de la Ciencia: la materia oscura y la energía oscura. La UPCT participa tanto a nivel tecnológico como científico en esta misión espacial cuyo lanzamiento está previsto para el año 2019. Las primeras evidencias de la existencia de la materia oscura datan de 1932. Se presupone su existencia ya que, entre otras cosas, la distribución de velocidades de las estrellas en galaxias y de las galaxias en cúmulos indican que debe existir mucha más materia de la que podemos ver. De ahí su nombre, tiene que haber un nuevo tipo de materia repartida por el Universo que no emite ni absorbe radiación electromagnética, pero que produce efectos gravitatorios sobre el resto de materia. La existencia de la otra componente, la energía oscura, se conoce a finales de los 90 del siglo pasado. Midiendo la luz de supernovas de tipo Ia en galaxias lejanas se llega a la conclusión de que la expansión de Universo aumenta su ritmo con el tiempo. Tenemos que introducir un nuevo término en las ecuaciones para poder explicar esta aceleración en la expansión. A este término se le denominó energía oscura. La naturaleza íntima tanto de la materia oscura como de la energía oscura es hoy en día una de las grandes incógnitas de la Cosmología que la misión Euclid tratará de ayudar en gran medida a resolver.
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