En este trabajo se analiza el proceso de gestación y aprobación de la Iniciativa Ciudadana Europea, la primera herramienta trasnacional de participación directa en el marco de la UE. Tras evocar los antecedentes de esta figura, se examina su configuración en el Tratado de Lisboa (art. 11.4 TUE), los trazos fundamentales de su fisonomía en la propuesta de Reglamento formulada por la Comisión en marzo de 2010 y los aspectos más relevantes de su regulación definitiva en el Reglamento 211/2011, de 16 de febrero de 2011, del Parlamento Europeo y del Consejo, que se aplicará a partir del 1 de abril de 2012: número mínimo de Estados miembros de cuyos ciudadanos debe provenir la iniciativa; número mínimo de ciudadanos por Estado miembro; requisitos para promover una iniciativa; forma y redacción de la iniciativa ciudadana; registro de las iniciativas propuestas; procedimientos, condiciones y plazos para la recogida y verificación de firmas; admisibilidad de las iniciativas presentadas; examen de la iniciativa por la Comisión; etc. El artículo se cierra con una reflexión final sobre las expectativas que despierta la ICE. No cabe duda de que apunta en la buena dirección, en la de reforzar la legitimidad democrática de la UE, pero no estamos en rigor ante una institución de democracia directa, porque no se transfiere a los ciudadanos la capacidad de decisión en un determinado ámbito. Mediante estas iniciativas se insta a la Comisión a que presente un proyecto legislativo sobre un asunto concreto, pero no es una propuesta vinculante. La Comisión no está obligada a hacerlo.
The process of drawing up and adoption of the regulation of the European Citizens' Initiative (ECI), as the first transnational tool for their direct political participation in the frame of the European Union, is the issue analyzed in this article. After evoking the background of the institution, and the way it is established in the Lisbon Treaty, the author considers the fundamental aspects of the ECI as it is drawn up in the proposal of the Commission, of march 2010, and in the definitive Regulation 211/2011, of 16 February 2011, of the European Parliament and the Council, that will become effective in April 2012. Thus, and in particular, aspects as the following are examined: minimum number of Member States' signatories citizens required, minimum number of signatories citizens per Member State required, requirements about the Initiative proposal, registration and certification of the initiatives, the procedure of signatures verification, the procedure for the examination of a citizens' initiative by the Commission� The final part of the commentary includes a global consideration about the new institution, in which the author appreciates the advance of reinforcing the democratic legitimacy of the Union even though the Initiative is not truly a direct participation institution so far it does not empower citizens to decide by themselves about any specific issue: the initiatives can urge the Commission to bring in a legislative proposal but are not legally binding.
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