La radioscopia teóricamente aventaja a la radiografía, pues permite apreciar desde el primer momento si hay cuerpo extraño, si éste se desplaza con los movimientos del ojo y en que dirección. En la práctica se da preferencia a la radiografía que da imágenes más nítidas.
La radioscopia ocular resulta más evidente si nos servimos de un aparato de rayos X de los usados por los odontólogos, que nos facilita una adecuada colocación del tubo, incidencias variadas, reducido como de proyección, etc. Una pequeña pantalla fluoroscópica, montada en un mango, como un espejillo laringoscópico, permite recogen las proyecciones en diferentes ejes, según convenga.
Durante la observación radioscópica pueden combinarse y simultanearse a voluntad los cambios de posición del ojo de la pantalla y del tubo, para conseguir una inmediata y segura localización del cuerpo extraño, y pueden establecerse referencias en la pared del globo que sirvan de guía para la extracción.
Esta técnica radioscópica representa múltiples vantajas sobre los diferentes métodos radiográficos y es aplicable no sólo para el diagnóstico, sino también en el acto quirúrgico de la extracción, para dirigir y controlar bajo la pantalla las maniobras del imán o de la pinza.
Primera Sesión Científica. Día 30, martes, a las 17.30. Presidencia Dr. H. Arruga
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados