Introducción Clásicamente, se colocaba un drenaje subhepático de forma sistemática en la colecistectomía para prevenir los abscesos intraabdominales, posibles sangrados postoperatorios y fístulas biliares. Con el tiempo se ha ido demostrando que el uso sistemático de drenaje no aporta beneficios, pero muchos estudios concluyen que, en circunstancias especiales (sangrado, signos inflamatorios en la vesícula biliar, apertura incidental o sospecha de fuga biliar) y según la experiencia de cada cirujano, la indicación de colocación de un drenaje puede tener cabida.
Material y métodos Realizamos un estudio prospectivo de 100 colecistectomías laparoscópicas consecutivas, intervenidas de forma electiva por colelitiasis sintomática o pólipos vesiculares. En 15 de ellas se colocó un drenaje subhepático. Las indicaciones para colocarlo fueron: en 11 pacientes como «testigo» por sangrado del lecho vesicular controlado intraoperatoriamente y en 4 por apertura de la vesícula con salida de bilis de aspecto turbio-purulento. Las variables principales investigadas fueron la utilidad clínica que ha tenido la colocación del drenaje, la estancia hospitalaria y la cuantificación del dolor a las 24h de la intervención por parte del paciente mediante una escala analógico-visual.
Resultados En ningún paciente la colocación del drenaje tuvo utilidad alguna. La mediana de estancia hospitalaria aumentó un día en los pacientes con drenaje (p=0,002). La mediana de dolor a las 24h de la intervención en los pacientes con drenaje fue mayor (p=0,018).
Conclusión La colocación de un drenaje subhepático tras colecistectomía laparoscópica programada aumenta el dolor postoperatorio y prolonga la estancia hospitalaria, pero no previene la aparición de abscesos intraabdominales.
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