Es cada día más necesario implementar, desde una perspectiva compleja y sistémica, estrategias de adaptación al Cambio Global que propicien una mayor resiliencia socioecológica, asuman las perturbaciones y faciliten la auto-eco-organización de los socioecosistemas urbanos del planeta, incrementando sus niveles de sostenibilidad. Una estrategia importante en esta dirección es el fomento de la movilidad en bicicleta y la restricción de la que se produce en automóvil privado. El ahorro de energía y de contaminación generados, así como el cambio social y mental que subyace, permite afrontar con más garantías la incertidumbre y las perturbaciones asociadas al Cambio Global. La promoción de tiempos lentos se considera además fundamental para devolver la escala humana a la ciudad, maximizar los contactos entre ciudadanos y permitir nuevos usos del espacio y los paisajes, lo cual es signo de una ciudad inteligente. La ciudad de Sevilla está protagonizando importantes avances en esta dirección, que se describen en el artículo.
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