Los explotadores de instalaciones fotovoltaicas alemanes pueden respirar tranquilos: la ley antienergía solar de Norbert Riittgen y Philipp Riisler no seguirá adelante. La fotovoltaica no sufrirá recortes tan drásticos como los previstos por los ministros de Medio Ambiente y Economía. La otra cara de la moneda: con el veto del Bundesrat queda incierto por el momento a cuánto ascenderá la tarifa de inyección para las nuevas instalaciones y qué tamaños concretos de instalaciones se subvencionarán.
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