Por parte del Gobierno español, el único dato oficial del no-rescate es la cuantía máxima: hasta 100.000 millones. Otros "detalles" básicos, como el plazo de amortización o el tipo de interés han ido llegando bajo mando, a cuenta gota y con muchas contradicciones. Un terreno resbaladizo para los bancos, receptores y, en teoría, pagadores del préstamo. Sobre todo cuando ya se ha dicho que, además, deberán asumir - en exclusiva, asegura Economía - las "condiciones" de la ayuda, es decir, la letra pequeña. Aunque el Gobierno lo ha desmentido, Bruselas ya ha sugerido la posibilidad de liquidación de alguna entidad mediana - Banco de Valencia, NovaCaixaGalicia o Caixa catalunya -. Además, las entidades receptoras deberán pagar, con efecto disuasorio, un altísimo interés del 8,5 por ciento.
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