Las reformas económicas derivadas de los programas mercado-dirigidos limitan las capacidades estatales. La deslegitimación de la autoridad gubernamental erosiona las posibilidades de respuesta institucional, lo que implica un conflicto creciente en torno a la definición y la interpretación de las reglas del juego político y económico. Las sesgadas capacidades técnicas del Estado limitan las posibilidades de un desarrollo con formas participativas de gestión y de definición de políticas; se limitan la prestación de servicios y las funciones de intermediación. Dadas las dificultades para la mediación efectiva América Central se dirige hacia un Estado con capacidades políticas cercenadas, lo que sumado a las tendencias autoritarias del dominio tecnocrático produce una ilusión de fortalecimiento de la sociedad civil que ´debe' hacerse cargo de las tareas abandonadas por el Estado
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados