Me comenta mi amigo, el profesor Aron Jurkiewicz (Universidad Federal de Sao Paulo, Brasil), que ha seguido siempre el consejo de San Isidoro de Sevilla: <>. Aprender y estudiar con continuidad es bueno para todos y todas las profesiones. Pero dada la renovación acelerada del armamentario farmacológico, la actualización continuada de los profesionales sanitarios que manejan los medicamentos es una palpable necesidad. Ello es particularmente importante para el médico que los prescribe o proscribe.