Dicen que lo que pasó el 21 de agosto de 1994 en México no es lo que pasó. Quién y cómo habría ganado esa elección de no haber habido fraude, nunca lo sabremos, pues es una mera suposición contrafactual. La magnitud del fraude malogró la prueba, tanto para la elección presidencial como para la que determina la composición del Congreso.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados