Resumen de Universidad, estado, sociedad
- español
Por lo general, al utilizar los términos universidad, Estado, sociedad, política y todos otros, los inscribimos dentro de los límites de su propia autonomía, la cual asume un carácter totalmente independiente y cuyo significado se agota en el marco teórico de sus propios confines. De esta manera, se presentan como entidades con cuerpo y alma que imponen estructuras, normas, regulaciones, políticas, culturas, experiencias, con respecto a su propia racionalidad y carácter funcional. Sin embargo, esta valoración constituye un error fatal no sólo debido a la alienación de un carácter reductivo, causa de la despersonalización del ser humano, sino además por su significación inherente. De hecho, adhiriéndonos a su sentido estricto, el término es simplemente una idea que está presente en la inteligencia como una esencia abstracta por medio de la cual conocemos la realidad o su contenido: id in quo intelligimus rem. En este sentido, los términos universidad, Estado y sociedad no se oponen al grupo humano que los forma ni especifican una dicotomía de estilo maniqueo, sino que son sólo una concepción mental de la constitución del sujeto nuclear: el ser humano; es él quien determina los patrones legales, culturales, de conducta, y es él quien los universaliza e introduce en el orden de las esencias.
Esta visión hermenéutica revierte la dinámica sapiencial de los procesos explicatorios y cognitivos del proceso de realidad sociocultural del grupo humano y asume la labor y el significado del hombre en su propia naturaleza y su propio humanismo. Esto evita la reducción del hombre a una "realidad real" y lo anima a trabajar para tener una vida mejor. Esta interpretación exige, por tanto, una total autonomía del término asumido como entidad, y guía la actividad dirigida a llenar la vida de la comunidad de contenidos humanos. Es en esta línea epistémica y antropológica que adelantamos nuestra reflexión y analizamos el imperativo dialéctico de la universidad con su ambiente y su papel central como punto de partida del conocimiento. Aunque la universidad es hija de la sociedad y es apoyada por el Estado, no debería ser dependiente ni sumisa.
- English
Usually when we refer to terms like university, State, society, politics, as well as all the others, we place then within the limits of their own autonomy which assumes a character "a se", totally independent, whose meaning is exhausted in the theoretical arc of its own confines. In this way, they are presented as entities with their own body and soul that impose structures, norms, regulations, politics, cultures, experiences, with regard to their own rationality and functional character. However, this appraisal is a fatal error not only because of its alienating a reductive character, the cause of the depersonalization of the human being, but also because of the inherent meaning. In fact, adhering to its strict sense , the term is simply an idea that is present in the intelligence as an abstract essence by means of which we kwon reality or its content: id in quo intelligimus rem. In this sense, the terms university, state, society, are not opposed to the human group that forms them, not do they specify a dichotomy in the Manichaean style, but only a mental conception of the constitution of the nuclear subject is the human being, it is he who acts and determines the behavioral, legal, cultural, standard, patterns ...., and it is he who universalizes and introduces them in the order of the essences.
This hermeneutic vision reverses the sapiential dynamic of the explanatory and cognitive process of the socio-cultural reality of the human group and assumes the task and the meaning of man in his own nature and his own humanism. It prevents the reduction of man to an "actual reality" and encourages him to work for a better life. This interpretation demands, then, a total autonomy of the term assumed as an entity, and guides an activity directed to fill the life of the community with human contents. It is in this epistemic and anthropological line that we will carry our reflection forward, our reflection forward, and analyze the dialectical imperative of the university with its environment and is epicentral role on account of its being the birthplace of knowledge. And even though the university is the child of society and supported by the State, it should be neither dependent nor a procurer.
