Existen enfermos que llevamos vistos hace muchos años, con dolores imprecisos peri y de profundo asiento orbitario, y que acusan, además de estas algias, exacerbadas a veces por el trabajo de cerca, pero independientes de ellas, trastornos vaso-motores de polo anterior, de tipo simpático, y ligera fotofobia y a veces pequeñísima hidrorrea nasal; el tipo de dolor no tiene ningún carácter de los de la neuralgia del trigémino, ni del síndrome es igual al de Charlin, ni al descrito por Sánchez Mosquera; los que le acusan suelen en un 50 por 100 padecer un débil defecto refractométrico; son enfermos que no mejoran de su algia con la corrección completa. Todos ellos tienen una distonía neuro-vegetativa, y además pequeñas lesiones en región de cornete medio y en las proximidades del ganglio esfeno-palatino. Todos llegan a la consulta mandados por el internista, o ellos espontáneamente, para que aliviemos de sus molestias con la prescripción de cristales, y todos, bien explorados, o no acusan defecto de refracción o tienen un débil astigmatismo hipermetrópico, sin heterofobia ni ninguna lesión ocular ni de senos; los caracteres del dolor son, pues, los de una simpatalgia, pero de polo anterior; molesta, muy constante, no muy dolorosa y la cual ha curado rápida y duraderamente obrando sobre el ganglio esfeno-palatino por fenolización con el líquido de Bonet. Estos enfermos no son muy raros, y quizá podrían englobarse en el conocido síndrome de Sluder.
Comunicación presentada al XXII Congreso de la Sociedad Oftalmológica Hispano Americana (Granada, septiembre 1944)
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados