Podría decirse que Sócrates le dejó a la tradición filosófica posterior el problema de la relación entre filosofía y política. Ya en la República la propuesta del rey filósofo representa más una tensión que una identidad. Mientras que la respuesta de Aristóteles insiste en una clara distinción entre la política y la sabiduría filosófica, un examen cuidadoso demuestra que esta distinción es menos clara de lo que parece.
Heidegger caracteriza la filosofía como la única política auténtica y al filósofo como gobernante por el mero hecho de ser filósofo. En contraste, Foucault insiste en que si bien la filosofía puede desempeñar un papel en relación con la política al transformar al sujeto que vive políticamente, aquella no desempeña papel alguno dentro de la política. Este contraste ilustra el resultado de la tensión legada por Sócrates a través de Platón y Aristóteles.
Socrates can be said to have left the subsequent philosophical tradition with the problem of the relation between philosophy and politics. Already in the Republic the proposal of philosopher-kings represents more a tension than an identity.
While Aristotle responds by insisting on a sharp distinction between politics and philosophical wisdom, this distinction proves on closer examination much less sharp than might appear. Heidegger characterizes philosophy as the only authentic politics and the philosopher as ruling just by virtue of being a philosopher. In contrast, Foucault insists that, if philosophy can play a role in relation to politics by transforming the subject who lives politically, it plays no role within politics. In this contrast can be seen the �fallout� of the tension bequeathed by Socrates through both Plato and Aristotle.
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