Roentgenterapia antiinflamatoria en los procesos oculares

• Autores: C. Costi García de Tuñón
• Localización: Archivos de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana, ISSN 0365-7051, Tomo 4, Nº. 9-10, 1944, págs. 918-919
• Idioma: español
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• Resumen

  • La roentgenterapia antiinflamatoria es conocida desde 1898. Sin embargo, cayó en desuso por la dificultad existente en aquella época de hacer dosificaciones precisas y por emplearse dosis excesivas. Hoy sabemos que es necesario emplear dosis verdaderamente proporcionales a la intensidad de la infección.

    En Oftalmología ha sido empleada esta técnica por diversos autores para el tratamiento de las dacriocistitis, queratitis, iritis, iridociclitis y algunas formas de retinitis, obteniéndose satisfactorios resultados.

    Nosotros hemos tratado por esta técnica un caso grave de celulitis orbitaria bilateral, resistente al tratamiento sulfamídico intenso impuesto por el pedíatra. Conseguimos en dos sesiones, cada una de 25 R., la resolución del proceso en uno de los ojos y la fluctuación y supuración del otro en una brevísima evolución, acompañándose estos satisfactorios resultados de una extraordinaria mejoría del estado general de la enfermita, que era muy alarmante.

    También hemos empleado la roentgenterapia antiinflamatoria en el tratamiento de aquellas dacriocistitis subagudas en que, por no desaparecer la inflamación, no se pueden operar correctamente. De los tres casos tratados, en dos fué suficiente una aplicación de 50 R., y en el tercero hubo necesidad de repetir la misma dosis para conseguir una normalidad de los tejidos que nos permitió operar con buena anestesia y sin hemorragia.

    Del mismo modo, en un absceso de córnea acompañado de hipopión abundante, rebelde a la medicación de choque con proteínas y a las sulfamidas durante tres meses, logramos, a las veinticuatro horas de la segunda aplicación de 25 R,. una considerable mejoría y la curación definitiva a la cuarta sesión; es decir, con un total de 100 R.

    En una sola aplicación de 25 R. hemos logrado hacer desaparecer los orzuelos en un tiempo que oscila entre las veinticuatro y las treinta y seis horas.

    La inocuidad del procedimiento es absoluta, ya que hoy en día sabemos que en el ojo el tejido más sensible a los rayos X es el cristalino y que para producir la catarata es necesario emplear dosis entre 450 y 600 R. en una solo sesión. Empleando dosis fraccionadas, la tolerancia es algo mayor. Como el máximo que empleamos en total es de 150 R., siempre quedamos muy por debajo de la dosis peligrosa. No obstante, creemos que este tratamiento no debe emplearse sistemáticamente, sino sólo en aquellos casos en que las otras terapéuticas antiinfecciosas de más sencilla aplicación hayan fracasado. En estos casos, por desgracia frecuentes, bueno es saber que hay algo más que hacer, y este es el motivo de nuestra comunicación.

    (Discusión y replica de esta comunicación en las págs. 921-927).

    Cuarta sesión. Día 13, a las diez. Preside el Prof. Soria Escudero, M.