Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Intensa infiltración de la córnea en el curso de la querato-conjuntivitis epidémica. Curación rápida por los rayos X

  • Autores: Manuel Marín Enciso
  • Localización: Archivos de la Sociedad Oftalmológica Hispano-Americana, ISSN 0365-7051, Tomo 4, Nº. 9-10, 1944, págs. 919-921
  • Idioma: español
  • Texto completo no disponible (Saber más ...)
  • Resumen
    • Se trata de un interesante caso clínico referente a un niño de catorce años, que sufrió una intensa conjuntivitis catarral aguda, solamente del ojo izquierdo, y que a pesar del tratamiento, tardó dos meses en curar, al cabo de cuyo tiempo apareció una extensa infiltración central de la córnea en dicho ojo, que rápidamente se hizo más densa, hasta anular totalmente la visión.

      Esta infiltración fué tratada sin resultado por el padre (es médico) durante quince días.

      Al ser visto por nosotros ofrecía el ojo derecho completamente sano, y en el izquierdo presentaba una extensa mancha central de la córnea, en forma de disco, de unos cinco milímetros de diámetro, de color blanquecino y de aspecto leucomatoso, con visión casi nula. Apenas si existía una ligerísima reacción iridociliar. No había dolor.

      Con la iluminación oblicua, pero especialmente con la lámpara de hendidura, se aprecia que dicha opacidad es muy densa y que está constituida por un conglomerado granujiento en el espesor de la córnea y de la membrana de Bowman e incluso por debajo del epitelio, al que levanta en forma de pequeño cono en su posición central.

      Alrededor de la mancha central se observan varias manchitas muy pequeñas (de 1/2 a 1 mm.), de forma nummular, siendo más abundante en la porción superior de la córnea. Entre la opacidad central y las que le rodean, así como entre estas últimas y el limbo, la córnea conserva su transparencia perfecta. Ninguna de las pequeñas infiltraciones se acercan al borde corneal. Por ningún sitio se observan vasos sanguíneos en esta membrana. No existe la menor solución de continuidad del epitelio corneal y la sensibilidad es perfectamente normal en las manchas y fuera de ellas.

      Las reacciones biológicas y la anamnesis resultaron negativas. La salud general del niño es buena.

      Después del historiado, fué atacado de conjuntivitis catarral, también del ojo izquierdo, el hermano que le sigue en edad, tardando un mes en curar, pero sin llegar a afectarse la córnea. Y más tarde todavía ha sufrido el hermano menor de una conjuntivitis de un solo ojo, si bien muy ligera, que ha curado en pocos días.

      Diagnóstico.- Los caracteres de la infiltración corneal (hacemos el diagnóstico diferencial, con las afecciones parecidas, en el original); el hecho de que el niño presentase primeramente una intensa y rebelde conjuntivitis del ojo izquierdo (monocular) y que después de curada (tiempo de latencia) hiciese su aparición la infiltración corneal que hemos descrito, levantando el epitelio en el centro de dicha membrana, así como el haber presentado otros dos hermanos (varones) una conjuntivitis, también monocular, son factores que apoyan en favor de la querato-conjuntivitis epidémica.

      Tratamiento.- Aplicaciones de pomada de atropina-optoquina y tres sesiones de rayos X.

      Con el tratamiento local medicamentoso no se consiguió ninguna mejoría; en cambio, con las aplicaciones de rayos X (cuya técnica se detalla en el original), en número de tres, las dos primeras distanciadas una semana y la tercera doce días, la mejoría fué rapidísima y la curación se obtuvo alrededor de un mes, con una perfecta transparencia de la córnea y agudeza visual normal = 1.

      Con motivo de este caso, nosotros nos permitimos llamar la atención acerca de la existencia en España de la querato-conjuntivitis epidémica, que hizo su aparición en Alemania en 1938, coadyuvando de este modo con los Dres. Hohr y Díaz Domínguez al conocimiento de la misma en nuestra Patria.

      Así, igualmente deseamos hacer constar la eficacia de los rayos X en las infiltraciones de la córnea, que desde hace tiempo se utilizan en Alemania, propuestos por los Dres. Merkuloc, Schiek y Loevenstein en la queratitis intersticial y que mi padre y yo también hemos empleado.

      Además, nos parece oportuno señalar el hecho de que el agente causal de esta afección (un virus, según todas las probabilidades), al pasar por los organismos de estos tres hermanos, haya ido disminuyendo progresivamente de virulencia, con la consiguiente benignidad de las manifestaciones oculares.

      De suerte que, con relación al diagnóstico, al tratamiento empleado y a la epidemiología, hemos creído justificada la presentación de este modesto trabajo a la XXII Asamblea de la Sociedad Oftalmológica Hispanoamericana.

      (Discusión y replica de esta comunicación en las págs. 921-927).

      Cuarta sesión. Día 13, a las diez. Preside el Prof. Soria Escudero, M.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus

Opciones de compartir

Opciones de entorno