En los primeros meses de gobierno en 1982, el presidente de Bolivia, Hernán Siles Zuazo, se había transfigurado con el poder absoluto del Palacio Quemado, y los dirigentes del juvenil Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) no terminaban de entender el aspecto prosaico y a veces sucio de estar en el gobierno. Esta es una de las principales explicaciones del vicepresidente Jaime Paz Zamora, en una entrevista exclusiva para analizar las fallas originales de la coalición gobernante en Bolivia, la Unidad Democrática y Popular (UDP), y la reciente reunificación, que surgió como un factor decisivo para mantener la democracia en Bolivia. Según Paz Zamora, el gobierno de espíritu realmente "udepista " recién ha surgido con el último gabinete, entre otras cosas por las necesidades urgentes de mantener una estructura democrática, asunto que fue comprendido también por los altos mandos militares. Pero también Paz Zamora se pregunta, dramáticamente, si ya no será demasiado tarde.
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