A fuerza de regalos fiscales, de ausencia de regulación y de laxismo medioambiental, los conservadores en el poder en Alberta han transformado, con la ayuda de Ottawa, el norte de esta provincia de Canadá en un supermercado del petróleo sucio que beneficia a las multinacionales y al vecino estadounidense. Se ha sacrificado el bosque boreal, así como las primeras naciones de la región.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados