Dos años de gestión timorata, discursos conciliadores y recuperación económica insuficiente han terminado por desalentar a una parte del electorado, que esperaba más de Barack Obama. Pero la falta de audacia de la Casa Blanca no ha neutralizado la violencia delirante de una oposición de derechas que exclamó que, haga lo que haga, el presidente de Estados Unidos es un "socialista" de dudoso americanismo. El paro masivo y el descenso del nivel de vida confortan al Tea Party, que se presenta como el opositor más firme.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados