El pasado 30 de septiembre, a primeras horas de la mañana, el principal regimiento de Quito se sublevó con inusitada violencia contra el Presidente de Ecuador, Rafael Correa, y su Revolución Ciudadana. Los sublevados contaron con el soporte de diversos cuerpos de seguridad del Estado, y sin duda con complicidades internacionales. Pero el presidente Correa, que está llevando a cabo una serie de audaces reformas progresistas, recibió inmediatamente un masivo apoyo popular. El golpe de Estado abortó. ¿Qué lecciones políticas sacar de tan aciaga jornada?
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados