"El alma árabe está quebrada por la pobreza y el desempleo", declaró el secretario general de la Liga Árabe durante la cumbre de Sharm el Sheik (Egipto), el pasado 19 de enero. Nada resumiría mejor el temor que sienten los gobiernos de la región al ver cómo las insurrecciones tucnecina y egipcia amenazan su regímenes. Opresión, movilización, represión: un ciclo cásico. Pero, ¿cuáles son las circunstacias específicas que condujeron a los tunecinos a la victoria contra Ben Ali?
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