Se comportaba como un director de orquesta y frente al micrófono parecía que entraba en éxtasis. Antes de comenzar, advertía cual matador de toros, "dejadme solo". Murió con 80 años, en jueves, pero su aportación a la radio, como dijeron algunos, pertenece ya a la mitología del medio
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados