Introducción La dehiscencia de la anastomosis cervical tras esofagectomía sigue siendo una complicación frecuente y grave que precisa de un diagnóstico precoz y un tratamiento apropiado. El objetivo de este estudio ha sido describir nuestra experiencia con esta complicación.
Pacientes y métodos Estudio retrospectivo (2003-2011) de una serie consecutiva de 77 pacientes con anastomosis esofagogástrica cervical, de los cuales 18 (23,3%) presentaron una dehiscencia anastomótica. Las fístulas se clasificaron en 4 tipos según la presentación clínica, los datos radiológicos (esofagograma/tomografía computarizada), los hallazgos en las reoperaciones y, desde el año 2010, la exploración endoscópica. La fístula tipo i corresponde a una fuga subclínica, la tipo ii presenta síntomas a nivel cervical, la tipo iii se asocia con manifestaciones clínicas respiratorias secundarias a una colección pleural o mediastínica y la tipo iv, con un cuadro sistémico secundario a una necrosis de la plastia.
Resultados En 4 pacientes (22,2%) la fístula se clasificó como tipo i, en 8 (44,4%) como tipo ii, en 3 (16,6%) como tipo iii y en otros 3 (16,6%) como tipo iv. Ocho pacientes fueron tratados de forma conservadora, en 9 se utilizó una prótesis autoexpansible, 5 requirieron toracotomía y un paciente (tipo iv) falleció. Los pacientes con fuga presentaron una mayor morbilidad (61 frente a 30%; p=0,019) y una estancia hospitalaria más larga (mediana de 28,5 vs.14 días; p=0,009) en comparación con aquellos pacientes que no la desarrollaron.
Conclusiones Casi la cuarta parte de las anastomosis esofagogástricas cervicales presenta algún tipo de fuga anastomótica. Aunque la mayoría puede ser tratada de forma conservadora o endoscópicamente, su aparición está gravada con una elevada morbimortalidad.
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